Tarde hogareña: bizcocho casero

                     
                       En otoño- invierno con los días más cortos y más fríos, apetece muchas veces quedarse en casa, sin saber a veces que hacer, sobre todo con los niños. Hoy propongo: una tarde de repostería, sí hacéis copartícipes a los pequeños ellos también disfrutarán.

                      Empezaremos con la receta del bizcocho básico:

                      Ingredientes: Tomaremos como medida una tacita de café solo.
-3 huevos.
-3 de harina de trigo.
-2 de azúcar.
-1 de leche
-1 de aceite de girasol
-1 sobre de levadura
-2 cucharadas de cacao en polvo (tipo colacao, Nesquik,etc.. para la variante de bizcocho mármol)
-1 cucharada de mantequilla para engrasar el molde.

                       Preparación:
-Primero: untamos el molde, mejor de tipo rectangular, tamaño unos 25cm.
-Segundo: en un bol , mezclamos todos los ingredientes, excepto la levadura y lo batimos con varillas, manuales o eléctricas, también se puede hacer con batidora. Unimos la levadura y volvemos a batir.
-Tercero: vertemos la masa en el molde.
-Cuarto: introducimos en el horno previamente calentado; a media altura, con las dos resistencias (evitar la opción turbo, lo reseca mucho), a unos 180 º, durante 45 min.
-Para desmoldar, pasar un cuchillo de mesa (con punta redonda para no dañar el molde) por los bordes, y voltear sobre un plato cuando está caliente, dejar enfriar al aire. Se conserva muy bien una vez que está frío, en campanas de cristal y sí no, envolviendo en papel transparente y guardándolo en un lugar fresco y seco.
                   
                        Para hacer la variante del bizcocho mármol:

                               


                        Acabado el paso segundo, separamos un vaso de la mezcla, añadimos a este, el cacao en polvo, y removemos. Una vez vertida el resto de la mezcla (paso tres) en el molde, añadimos a la larga todo el vaso de cacao. Removemos y continuamos con el paso cuarto.
                        Con dos moldes podemos hacer, uno de cada, a la vez con lo que optimizaremos el consumo del horno.
                       ¿ Y donde incluimos a los niños? Pues al batir y batir, les encantará, quizás no tanto a sus ropas y las paredes de la cocina, pero ver sus caras de felicidad hará qué merezca la pena.
                        Espero que os salgan riquísimos. Besitos.

Atte Carmen